Silvano cumplió sus más grandes sueños como jugador de fútbol, no solo en su equipo local sino también en la selección argentina. Mientras estaba jugando en un club de Colombia, sintió la soledad y el vacío en su vida. La fama no llenaba todo...

Lo perdió todo, familia, negocios, finanzas, cuando Cristo llego a su vida lo recobró todo y ahora es un hombre salvo, prospero y feliz....