Irma, de México, sufrió continuas muestras de odio y de rechazo por parte de su mamá pero ella nunca se dio por vencida, estaba dispuesta a todo con tal de ganarse un lugar en el duro corazón de su madre sin importarle aún que tan oscuros fueran...
Esta no es una historia más. Es parte de mi pasado. Es recordar de dónde Dios me ha rescatado y lo que ha hecho con mi vida. Tú puedes experimentar ese poder de Dios que transforma. No importa cómo seas o hayas sido, Dios puede sanar tus heridas ...